Existen varias teorías que explican que la obesidad no es cúmulo de grasa, sino de energía y emociones tóxicas. En muchas ocasiones, por más que hagamos dietas o ejercicio no vemos resultados, y no solo se debe a un factor físico, sino que llevamos dentro una carga emocional.
Las personas que “engordan”, lo hacen para “protegerse” de los demás, para no ser lastimadas, o bien, por recuerdos dolorosos que “han tragado” y no han dejado salir. Por otro lado, ¿qué buscamos en la comida? Muchas veces la comida representa todo aquello de lo que nos gustaría llenarnos, como una representación: amor, cariño, atención, compañía, etcétera. Comemos compulsivamente ante la ansiedad, nos llenamos de dulces para no sentir la tristeza, entre otras. También, el comer de más, es un mecanismo evasivo para no pensar en los problemas que se tienen.
Con la obesidad se busca una forma de protección con el exterior, la grasa esconde la inseguridad y estar expuesto, quizá la sensación de estar desprotegidos y desamparados, llenándonos de sentimientos que no queremos soltar, calmar un vacío interior.
Por lo general, la obesidad, se produce después de un golpe emocional, abandono o una pérdida importante (ya sea niño o adulto). Buscamos realizar algo “bien” ante los ojos de los demás y esto nos lleva a tomar nuestro sitio desde nuestro cuerpo.
Otro dato importante es sentirnos limitados en diferentes aspectos de nuestra vida; ante esta situación, el cuerpo empieza a expandirse y absorbe un exceso de peso.
El estrés es otro factor que nos hace subir de peso, ya que queremos llenarnos de energía y lo hacemos de una forma no adecuada a través de la comida.
Existen muchísimos temas relacionados con la obesidad, lo importante es darnos cuenta qué nos tiene así, hacer una introspección y conocernos a fondo, saber qué queremos y necesitamos, acumular pensamientos, sentimientos o cosas, nos lleva también a acumular grasa corporal.
Hacer un cambio depende solo de nosotros mismos. La clave es la aceptación, liberarnos de las cosas que no nos corresponden, dejar atrás al pasado y sanar. Vivir el presente y amarnos, ser conscientes de nuestros defectos, pero también de nuestras virtudes, habilidades, destrezas, fortalezas y explotarlas para ser una mejor versión de nosotros mismos.