Según la RAE, es una angustia por un riego o daño real o imaginario, asimismo, un recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.
El miedo ha significado una constante en mi vida desde pequeña. ¿Una conducta aprendida?, ¿mi formación en casa?, ¿amenaza?… Aún me encuentro en el camino de descifrar para qué existe el miedo en mi vida y he encontrado algunas respuestas, sin embargo, hay otras que están por resolverse. Miedo a los ratones, a enfrentarme a personas violentas, a quedarme sola en el mundo, a no conseguir lo que deseo, a estar sola en la calle por las noches… ¡en fin!
Algunas situaciones en mi vida son reales, como el hecho de andar sola por las noches, pues después de vivir un asalto, me voy con mucha precaución, además de que en mi ciudad se cuentan historias diarias de situaciones que ponen en riesgo la vida y creo que no sólo en mi ciudad, sino en gran parte del mundo.
Algunas personas afirman que el miedo es una emoción negativa que va a acompañada de diversos factores psicológicos y/o fisiológicos. Va desde el miedo agudo (estímulos tangibles, desciende cuando es evitado), hasta al crónico (puede estar asociado a fuentes tangibles o no, se niega a emigrar, es decir, nos acompaña todo el tiempo).
Por lo general, el miedo es desagradable, una sensación que la mayoría desearía evitar, sin embargo, este miedo nos sirve para algo: Estar alerta ante algunas circunstancias donde peligra la vida, nos advierte de situaciones de riesgo y hasta hacer ver nuestras capacidades ante la llegada de éste.
El miedo es una emoción que tenemos todos los seres humanos (y animales), es imposible pensar que podemos evitarlo, puesto que forma parte de nuestra vida y nos acompañará hasta el último día.
Lo ideal no es evitar el miedo, sino saber canalizar la energía que éste nos proporciona para sacarle el mayor de los provechos, encausarlo a una acción. Es reconocerlo, saber que está ahí, apreciar su fuerza, y convertirlo en nuestro aliado.
En mi proceso terapéutico que he llevado, he trabajado el miedo; me doy cuenta de que está conmigo, yo decido si lo pongo a mi lado (como aliado) y detrás de mí (para empujarme a hacer lo que pocas veces me atrevo).
Una de mis tareas que tuve, fue ver la película de Batman Begings (Si recuerdas, Bruno Díaz le teme a los murciélagos y precisamente se convierte en el hombre murciélago). Esta película, más que verla desde el aspecto de diversión y entretenimiento, para mí tuvo un fin, y fue ver lo que Bruno Díaz fue capaz de hacer con su miedo. A continuación, te presento lo que extraje del filme y el provecho que puedo sacarle:
“A lo que realmente le teme está dentro de usted. Le teme a su propio poder, le teme a su ira, eso lo impulsa a hacer cosas grandes o terribles. Ahora debe enfrentar sus miedos. ¿Está listo?”
“Inhale, respire sus miedos, enfréntelos”.
“Para conquistar su miedo debe hundirse en él, y disfrutar el miedo de otros, no temas a lo que no puedes ver”.
“Debe convertirse en su pesadilla, en un fantasma, en una obsesión”.
“Sienta como su temor empaña sus sentidos, sienta como su poder distorsiona las cosas, cómo las controla y entienda que este poder pueda ser suyo, acepte su peor temor, sea parte de su esencia, concéntrese, domine sus sentidos”.
¿Qué te parece el filme a ti? ¿Qué opinas acerca del miedo? ¿Cuál es tu mayor miedo?